Recorriendo el Algarve, llegamos al extremo de Europa. Pasando unos pocos kilómetros de Lagos, llegamos a una zona protegida: la Reserva Natural de la Costa Vicentina.
Aquí, en los confines europeos, puede respirarse el aire más natural y agreste. Sagres es el último pueblo de Europa continental. Una pequeña ciudad de apenas 2000 habitantes con ambiente algo hippie, surfero y amante de la vida al natural. Una localidad con servicios poco sofisticados que nos reconcilia con lo simple y nos aporta la tranquilidad más absoluta.
Lo destacado de él, es su bonita fortaleza y alrededores, que te ofrecen unas de las mejores vistas sobre el Atlántico con unos imponentes acantilados.
Tiene la ventaja de estar a muy pocos kilómetros del Cabo de San Vicente, un lugar realmente increíble de altísimos acantilados, desde los que, si el tiempo lo permite, se pueden disfrutar de preciosos atardeceres.
Como inconveniente y uno de los motivos de que esta zona no haya sufrido la “invasión” turística, es el viento que suele hacer. No es precisamente un destino para estar en la toalla achicharrándose de calor y por este motivo, se ha convertido más en un paraíso surfero que sí agradece ese viento que allí sopla.
Fortaleza de Sagres
La Fortaleza de Sagres es una imponente fortificación construída en el siglo XV que se encuentra acomodada en la punta del cabo. Desde aquí se tiene una vista increíble del Cabo de San Vicente y de toda la costa de alrededor.
Esta fortaleza fue durante varios siglos la principal defensa de Sagres ante los constantes asedios corsarios.
Dentro de sus murallas se encuentras edificaciones históricas como la Iglesia de Nossa Senhora de Graca que data del siglo XVI y que guarda en sus interior una talla barroca de São Vicente protegiendo un navío, una torre-cisterna y una gran rosa de los vientos de 43 m. de diámetro.
También se encuentra isntalado el Museo de los Descubrimientos Portugueses, un museo interactivo centrado en los descubrimientos de Portugal.
Aunque estas edificaciones datan del Siglo XV, han sido reconstruidas en varias ocasiones. Los daños más significativos fueron los sufridos a manos de la armada del corsario britránico Ser Francis Drake en 1587 y los de las gigantes olas causadas por el tsunami que creó el devastador terremoto de 1755.
Precio de la entrada: 1,5€ niños y 3€ adultos
Horarios:
De mayo a septiembre: De 9h30 a 20h00.
De octubre a abril: De 9h30 a 17h30.
Playas de Sagres
Esta región tiene más de 25 playas con aguas un poco más frías y generalmente más agritadas, pero mucho menos concurridas que las del resto de Algarve.
Por su disposición, Sagres es el único lugar de Portugal con dos costas, una costa meridional y una costa occidental.
De todas las espectaculares playas de esta zona, destacan sobre el resto tres: Mareta, Tonel y Beliche. Las tres de arena dorada y fina y aguas frías como en todo el Algarve.
Playa de Mareta: Está en el mismo pueblo y es la más resguardada de las tres. El agua es clara y transparente. Desde esta maravillosa playa se tienen vistas de la Fortaleza y de los acantilados del Cabo.
Playa Tonel: Una de las playas más famosas para surfear en todo Portugal. Situada a la salida de Sagres en dirección al Cabo San Vicente, por su orientación, es la que está más expuesta, por lo que siempre hay viento, grandes olas y surferos a cualquier hora del día.
Playa de Beliche: También a pocos kilómetros del pueblo, en dirección al Cabo de San Vicente, esta playa cae "a pique" así que para acceder hay que bajar una larga fila de escalones. Una vez allí, el panorama es espectacular por lo claras y transparentes de sus aguas y los altos acantilados. Tiene un chiringuito donde comer y desde donde se divisa toda la playa. Y a mayor que las otras dos, esta tiene una zona nudista.
¿Dónde comer en Sagres?
Restaurante Retido do Pescador: Ubicado casi a las afueras de Sagres de camino a Vila do Bispo. Calle Luis de Camoes. En él encontraréis buena comida y precios comedidos. El lugar es sencillo.
Ejemplo: 1 olla de judías con cochos (da para dos platos llenos y un tercero mediado) 10.95€, sopa de pescado (exquisita) 3.8€, Bacalao grelhado 10.95€, café solo 0.75€, café con leite 1.3€, queso de oveja pequeño 2.35€, aceitunas 0.85€, pan 0.5€ y dulces caseros (tarta de queso, amendoas, de higos o algarrobas) 3.2€
Restaurante A Sereia: Porto de Pesca da Baleeira, Sagres – Tlf. +351 282 109 682
Restaurante muy sencillo situado encima de la lonja del puerto de Balleira. Si elijes pescado para comer (cosa que te recomiendo), te dan a elegir la pieza. Tienen un mejillones riquísimos y un marisco de chuparse los dedos. Es un restaurante de pueblo, entonces te garantizas la frescura de la comida, te va a gustar, pero no esperes “postureo” ni una atención muy personalizada porque los camareros van volando para atender todas las mesas. Aún así, os lo recomiendo.
Y… quietos parados!! No os vayáis de Sagres sin entrar una de sus tiendas de lozas y cerámicas porque os enamorarán los platos, las piezas y sus precios.
Cabo de San Vicente
El Cabo de San Vicente, es el extremo sudoeste del país y un lugar con unos imponentes acantilados que ofrecen unas espectaculares vistas del Atlántico. El enclave está presidido por un faro y una antigua fortaleza que acogen a miles de turistas cada año.
En su día, el historiador griego Estrabón dijo que era el “punto más occidental de Europa”, este dato no es cierto. El honor de ser el enclave más occidental de la Europa continental lo tiene el Cabo da Roca en las inmediaciones de Sintra.
Fortaleza de Beliche
Entre el Cabo de San Vicente y la Fortaleza de Sagres tenéis una parada en la Fortaleza de Beliche.
La fortaleza está en ruinas y sólo se conservan restos de la antigua muralla y la Capilla de Santa Catarina pero con mucho cuidado puedes ir por los laterales desde dónde tienes unas vistas increíbles del cabo y de las playas de Sagres.
Fue construida para defenderse contra los piratas de la época pero mucho éxito no tuvo ya que en 1587 fue destruida por el famoso pirata Francis Drake.
Lagos
Praia de Dona Ana e Praia Dos Estudantes
En el paseo marítimo de Lagos, junto a la Praia dos Estudiantes, se encuentra la antigua fortaleza. El Forte de Ponta Bandeira, que así se llama, fue eregida entre 1679 y 1690.
Situada junto al puerto, su función era de defensa de la zona y de la ciudad de Lagos. En la parte superior hay un mirador donde puedes observar la belleza del mar.
Tengo que reconocer que a Lagos no le dedicamos ni la mitad del tiempo que se merecía y no hicimos ademán ni de pisar la playa, pero es que queríamos alquilar un barco para visitar las cuevas y al ser las seis de la tarde ya no había posibilidad de ello y como era nuestro último día en esta zona sur de Portugal, decidimos replegar y pasar la tarde en una terraza disfrutando de juegos con el peque.
También tengo que confesar, que, a pesar de ser una zona bonita, el Algarve no nos conquistó como yo pensaba.
Volveremos a darle otra oportunidad, pero no creo que sea pronto, porque playas espectaculares de arena fina y aguas frías ya tenemos en Galicia, y aunque no tenemos su estupendo clima, pero tampoco la masificación del turismo.
Los que estáis al otro lado de la pantalla desde hace tiempo, sabéis que me encanta Portugal y tengo que decir que disfrutamos de los días que estuvimos en Algarve, pero sin más.
Si nos tenemos que quedar con dos lugares de esta zona, sin duda serían Tavira y el Cabo de San Vicente. Ambos nos han conquistado y aprovecharemos para volver en alguna de las escapadas que hagamos al Alentejo (zona que SI nos ha ENAMORADO) y que os empezaré a enseñar en el siguiente post.
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