Cubriendo el lado noroeste de la isla, encontramos la Sierra de Tramuntana. Una alineación montañosa de unos 90km de longitud, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011 en la categoría de Paisaje Cultural.
Mientras recorremos esta maravillosa cordillera, disfrutaremos de pueblos que son joyas, como son Deiä, Pollença o Valldemossa y unas vistas realmente cautivadoras.
Tras kilómetros por una enrevesada carretera entre montañas, al salir de un túnel, así de repente y sin contarlo, aparecerá imponente, un hermoso embalse artificial que recibe el nombre de El Gorg Blau y que nos encantó.
Si estáis pensando que ya nada os puede sorprender en esta sierra, ya os digo que os equivocáis.
Encajonada entre dos paredes de peñascos, encontraréis la cala de Sa Calobra.
Como ya os he dicho, la carretera que os llevará hasta aquí es la MA-2141 y pese a que “sólo” tiene 14 kilómetros, la mayoría de ellos están llenos de curvas cerradas y enlazadas, situadas sobre precipicios que cortan la respiración, por una calzada estrecha que no tiene delimitados los carriles, sin apenas ‘quitamiedos’ y con tráfico de ciclistas, coches y autobuses; pero lo que aquí veréis merece la pena.
Además del tráfico fijo que os he mencionado, también hay posibilidad de que tengáis alguna visita inesperada que sin duda os agradará.
En el extremo norte, la tierra se acaba dando forma al Cabo de Formentor, una pequeña prolongación donde la Sierra de Tramontana se encuentra con el mar. En el próximo post os enseño las fotos que hicimos de este lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario