Cuando viajamos a Cantabria con Mateo tardamos bastante en decidir dónde nos alojaríamos ya que era las primeras vacaciones fuera de casa con el peque, pero la decisión final no podía haber sido más acertada.
La casa en la que estuvimos está situada en Vargas, un pueblecito con muchísimo encanto que hay a 20 kilómetros de Santander.
En esta localidad se encuentra una casa rural construida a principios del Siglo XX que enamora nada más entrar en ella. La Posada “Los Lienzos” ha sido restaurada en su totalidad por los actuales propietarios, que han sabido conseguir de nuevo un original diseño que no está para nada reñido con el arte moderno que personaliza y cuelga de sus paredes (obras realizadas por una joven artista cántabra que a la vez es dueña dueña de la casa y que puedo afirmar prepara los desayunos más exquisitos que jamás hayáis comido).
La situación geográfica la convierte en un gran atractivo para aprovechar sus días de descanso estando cerca de todo, pero pudiendo a la vez conectar con la naturaleza y la paz que la rodea.
Os enseño una pincelada de los cientos de rincones maravillosos que os encontraréis en esta casona.
Que chulada de sitio! Me encanta
ResponderEliminarQue pasada, me encanta no le falta detalle es preciosa un besazo Lara
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